11/7/2015 Gijón - Avilés








Día suave de sol, todo el tiempo nublado. Son 25kms que se toman con calma.


De las ciudades queda la carroña en las salidas por las zonas industriales

Salgo con Gabi y Hans, y después de la cuesta se unen Michael y Hanna. Hacemos un grupito tranquilo, cada uno a lo suyo.

Hans, que resultó llamarse Klaus, el peregrino de pelo cano, barba cana con el que voy coincidiendo desde Islares
Después de tanto evitar que aparezcan los cables, merecen un espacio

Ya tarde, a eso de las 11h, decidimos parar en un prado. Ponemos en común la comida y compartimos buen momento.

De izquierda a derecha: Klaus, Hanna, Gabi y Michael

Un par de kilómetros más tarde llegamos a Tabaza, un sitio miserable donde nos acogen como si fuéramos de la familia. Como dice Alejandro, menos es más.

Tabaza. No sabré en realidad a cuento de qué tanto rótulo para un sitio donde poco hay (pero desborda amabilidad)


Salir de Gijón para entrar en Avilés, no tengo esperanzas de que el día mejore



Bla, bla, ... de golpe en la catedral de Avilés, oyendo el órgano en la misa. Vamos a sellar las credenciales y empieza la magia: por ser peregrinos, y algunos de ellos alemanes, el cura da una voz al organista y pide que nos dedique algo. "Algo" es la Tocata y Fuga de Bach. Subimos a ver el órgano, sigue la música y terminamos cenando con Chema dentro de un tonel de sidra. Memorable.


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