18/7/2015 Ribadeo - Lourenzá






Madrugamos, a las 5:30h. Hoy suben las temperaturas y hay que llegar pronto. Dicen además que son 30 Km con algunas pendientes duras.


Da gusto salir con la fresca, antes de que el campo despierte. Nos despedimos ya del mar, de su brisa y su guía (siempre está a la derecha). El paisaje es el típico gallego de montañas suaves, todo verde y la puñeta de los cables y las torres eléctricas.


Las plantaciones de eucaliptos por un lado incomodan por artificiales, por otro te dan la sombra

Un perro me acompaña un rato. 



El grupo va disperso, ya sin Hanna, que hoy está volviendo a su tierra. Nos envía unos whatsapps echándonos de menos, como nosotros a ella.

Los cementerios son parte de los pueblos. En muchos casos pegados a la iglesia

La etapa se hace corta, sin darme cuenta estoy en Lourenzá. Ojeo algunos bares para comer. Como no me convencen entro a la iglesia, con su canto gregoriano en la megafonía. Al rato de estar allí y sin entender por qué, me emociono, más de la cuenta. Será que ha llegado el momento de liberar tensiones.

Sobremesa después de la cena





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